Hungría le ha dado al mundo notables matemáticos, como Jon Von Neumann y Paul Erdos. También grandes novelistas como Ferenc Molnar, autor de “Los muchachos de la calle Pal“, un clásico de la literatura juvenil que leí unas 150 veces durante mi infancia. Sin desmerecer a estas y otras luminarias húngaras de las ciencias y las artes, debe reconocerse que Ernő Rubik (foto) ha eclipsado a todas ellas. El creador del célebre “Cubo de Rubik” es inventor, arquitecto, escultor y profesor. Desde su vocación docente, Rubik creó el “Cubo Mágico” en 1974 como un experimento para explicar geometría tridimensional.
A lo largo de sus casi 40 años de vida, el cubo fue tomando cada vez más protagonismo, llegando a niveles que ni el buen Ernő soñó en sus más salvajes pesadillas. No sólo es el puzzle más famoso de todos los tiempos, sino también el producto más vendido de la historia. Se calcula que 1/5 de la población mundial ha intentado resolverlo. Incluso se ha formado un movimiento llamado “Rubikcubismo“, que consiste en usar cubos para crear formas de arte. Desde 2003 se han celebrado regularmente campeonatos mundiales, donde speedcubers expertos se miden en diferentes disciplinas como como “velocidad”, “a ciegas” o “con los pies” (no es chiste). En 2007, el francés Thibaut Jacquinot logró batir la marca de los 10 segundos. El récord actual de velocidad fue marcado en 2013 y es de nada menos que 5,55 segundos:
Sufriendo el mismo destino que el Ajedrez, hoy las máquinas resuelven el cubo más rápido que los seres humanos. Este Lego Robot lo logra en 5,35 segundos:
Métodos de resolución
El método más fácil requiere conocer sólo 7 algoritmos. Con unas pocas horas de práctica, el “Beginner’s Method” permite resolver el cubo en algunos minutos. El mayor problema de este sencillo y vergonzante mecanismo es que resuelve una sola capa por fase. La legendaria Jessica Fridrich desarrolló un set de algoritmos llamado F2L (First 2 Layers) que resuelve las dos primeras capas simultáneamente. Luego de F2L, el procedimiento más conocido para terminar el cubo se divide en dos fases: OLL (Orientation of the Last Layer) y PLL (Permutation of the Last Layer). En suma, para ser el alma de una fiesta de ñoños, es necesario conocer 78 algoritmos. Este es el mejor video que encontré sobre F2L:
El cubo en mi vida
Estudié a fondo el cubo durante los 15 días posteriores al nacimiento de mi hija, período en el cual mis deberes escatológicos dejaban baches de tiempo ideales para tal fin. Hasta que no logré bajar los 60 segundos, estuve obsesionado con el tema. Me recuerda la historia de un querido amigo, quien hace poco me contó que cuando se embarcaba en la Marina, tomaba todas las guardias de sentina (nadie las quiere porque implica pasar horas encerrado) para estudiar el adictivo cubo. Por suerte mi grado de obsesión cedió, lo que me permitió volver a mi vida profesional y social. No obstante, gracias a esta belleza de 3x3x3, nunca más me voy a aburrir en un lugar sin nada para hacer. ¡Gracias, Ernő Rubik!
Daniel Rabinovich